El Manuscrito está en peligro
Por: Felisa Reder de Müller.
Escribir es un gesto al que estamos acostumbrados desde niños, para convertirse luego en el poder extraordinario de plasmar los pensamientos en una forma concreta y duradera, mientras que en la mente, cada idea, emoción, pensamiento, recuerdo, proyecto, se van esfumando como si fueran nubes, pero si tomáramos un lápiz y un papel, la elección de palabras ordena y clarifica las ideas, mientras la mano se desliza sobre el papel acompañando al pensamiento, dando forma a cada oración, para tornarse en una realidad palpable a través de su progresión gráfica y con la fuerza que manifiesta también podemos evaluar su su energía interior , sin olvidar que aquello que escribimos está marcado por la personalidad y como todos saben, nunca dos grafismos serán idénticos.
Por que fue siempre una fuente del saber y una de las pocas pruebas objetivas directas para descubrir facetas y características relevantes en los distintos aspectos de la personalidad humana.